dimecres, 14 de gener del 2015

Hollande creyó poder manipular y despreciar a Benjamín Netanyahu pidiéndole que no participase en la manifestación de París, y este le dejó en evidencia ante todo el planeta



Netanyahu, el hábil jugador del ajedrez político
Santi Capellera i Rabassó *periodista                                                                                                                    

El diario El Mundo, en su edición del pasado día 12, publicaba una crónica firmada por Sal Emergui, su corresponsal o enviado especial en Jerusalén, que no me resulto creíble del todo. Me parecía un poco atrevido publicar una información que no llevaba más fuente de contraste que las noticias de un canal de televisión de Israel que (en aquel momento) ningún portavoz autorizado había confirmado. Todo eso, añadido a la poca credibilidad que me merecen las informaciones de este periódico, siempre interesadas y sesgadas a su conveniencia, cuando no falsas. Cabe recordar las múltiples querellas que este vergonzoso medio amarillísimo ha perdido por centenares de denuncias por publicar informaciones no verídicas, como viene siendo su costumbre habitual de embadurne de la vida política desde hace años, sobre todo en los entornos que no le son simpáticos o políticamente afines. La última la de los informes falsificados de las cuentas andorranas del expresidente catalán Jordi Pujol y familia  y anteriormente las otras falsas informaciones sobre supuestas cuentas en el extranjero del presidente Artur Mas o del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, por las que también fueron denunciados. Por eso inmediatamente dudé de esa información, ya que este medio no es precisamente muy amigo de la causa israelí –como no lo es de la que promueve la soberanía nacional catalana-  ni mucho menos defensor del sionismo que encarnan líderes como Netanyahu. Por eso me di una vuelta por los medios israelíes que suelo consultar, entre ellos el diario Haaretz y ahí también lo vi publicado, aunque mucho menos redundante y agresivamente de como lo explicaba el rotativo español. 

No convencido por esas informaciones -que como profesional no consideré suficientemente contrastadas- me remití a un buen amigo y colega periodista con responsabilidades en el gobierno del Estado de Israel, que me aportó una versión de la noticia mucho menos sesgada. Y cabe decir que la versión paralela coincide en algunos aspectos, sobre todo en los del cabreo generado con la presencia de Netanyahu en la manifestación de París, pero sobre todo en esos y no tanto en otros explicados más livianamente.

Pero dejemos las fuentes y analicemos la información y los motivos por los que fue publicada: ¿por qué motivo no iba a ir Netanyahu a una manifestación de protesta contra el terrorismo y por la libertad de opinión y expresión, si, en definitiva, como cabeza visible del estado de Israel y máximo representante de este se veía afectado por el asesinato indiscriminado de cuatro personas hebreas? (no sólo francesas). Está muy bien lo de reclamar libertad de expresión. Y lo de reivindicar las figuras de los dibujantes. Como analista político y periodista de opinión estoy en esta línea y no me apartaré ni un milímetro, naturalmente. Haya sido quien haya sido el ejecutor de los asesinatos. Pero, ¿en el súper? ¿por qué? si ahí no había dibujante alguno. Ni viñetas contra Mahoma ni lápices de colores...sólo comida judía! Sí, allí lo único que había eran judíos comprando su comida especial. Pues a eso fueron: a cargarse a los judíos. Y la jacobina Francia, la pro palestina Francia, se vio entre la espada y la pared en sus políticas de aproximación a unos y a otros. Porque tienen el problema en casa, ya que los argelinos para ellos más que franceses hoy todavía son un problema político y sobretodo social en un claro ejemplo de inadaptación al cabo de tres generaciones de franceses de este origen. Y como estos odian sobre todo al judío por adoctrinamiento islamista hecho en la misma Francia (sin control exhaustivo de sus imanes más peligrosos, o poco control comparado con el que debería de haber), sistemáticamente el judío es "el culpable de todos los males del mundo...", (me suena tanto!), y van a cargarse todo lo judío, judíos incluidos, naturalmente.

Entonces y en aquel marco, a los responsables del ejecutivo francés la presencia del máximo exponente político hebreo les era una gran controversia, una piedra gorda en el zapato. A la manifestación de París no se invitaba a nadie. Todo el mundo se auto invitaba, como hicieron Mas y Trias, por ejemplo. O el resto de representantes políticos (Obama se excusó "por falta de seguridad en un espacio amplio y concurrido", otro gol a Hollande y Valls en el tema de relaciones internacionales). Pero, resultó que al único que le pidieron, no ir, sino, no ir, fue a Netanyahu. Vaya mano izquierda! Y claro, ante su negativa ¿cómo se lo iban a impedir...?, tratándose de una manifestación a favor de la libertad... Si hasta fueron Rajoy y Fernández Díaz, que en su día cerraron el periódico Egunkaria y, entre otros despropósitos relacionados con la falta de libertad de expresión, quisieron impedir un acto de clarisima libertad de expresión como que los catalanes manifestaran su opinión libremente en unas urnas, lo que ha valido al presidente de la Generalitat y a dos consejeras una imputación por no se sabe cuántos delitos. Unos que asisten a clamar por la libertad de expresión a la vez que impulsan la Ley "mordaza" para acallar cualquier atisbo de protesta social. Unos que programan la detención de abogados como medio para que sus clientes se queden sin derechos de defensa. Unos que actúan a través de operaciones policiales al servicio de los titulares de prensa y de los medios de comunicación para obtener réditos políticos para el PP a pesar de sus métodos de recorte de libertad. Si hasta fueron esos hipócritas, amigos del diario El Mundo, y se manifestaron en abrazos públicos con el ministro de interior francés -que es otro de su mismo talante-, ¿cómo le iban a negar a Netanyahu la presencia allí para homenajear a los asesinados por el fanatismo y la barbarie?

Pues la respuesta de los mandatarios franceses, su chapuza política, fue contrarrestar esa presencia con la de algunos indeseables que me voy a ahorrar citar. Netanyahu en París les fue un claro estorbo para sus intenciones de seguir medrando (la puta y la Ramoneta lo llamamos en Catalunya) en el plano internacional. Y encima el hebreo les marcó un claro gol al reprocharles que además de la libertad de expresión lo que allí había era unos inocentes anónimos asesinados por unos fanáticos sin ningún motivo más que el de ser judíos. Y Francia, clamando a la libertad de expresión... ¿Y la libertad de expresión de los pobres que terminaron sus días en la tienda kosher? ¿Y sus derechos humanos?

La segunda derrota de los socialistas franceses (lo de socialistas es un decir, como les pasa a los de su misma militancia en el estado que tienen al sur) fue que el presidente israelí invitase a todos los judíos de Francia a trasladarse a vivir a la tierra que por muchos aspectos les es propia. Netanyahu-Obama, 3 Hollande-Valls, 0! Entonces, y con esta goleada que les deja en evidencia en todos los sentidos, se pone en marcha toda la maquinaria propagandística para intentar dejar a Netanyahu a la altura del betún. Criticándole la acción de haber invitado a los suyos a volver a casa. Pero ni así lo han conseguido. Ellos y él saben que si se van los judíos de Francia, este país baja muchos, muchos enteros en todos los aspectos. Y por eso lloran y lo publican como agraviados por el "ogro" del Likkud: la culpa parece que es de Netanyahu, no del terrorismo islamista anti judío y de su incompetencia como políticos. Pero el líder de Israel es un hombre muy listo, y políticamente muy hábil, mucho. Y tiene un equipo a su alrededor que es de división de honor en la liga de la política mundial. Le guste a quien sea o no le guste. El tablero de ajedrez político para él es, -lejos de ser un camino tortuoso- una autopista de seis carriles en la qué sortea peones, alfiles, torres, caballos y, como en este caso, enardecidos reyecitos republicanos. Y les ha dado la vuelta, a pesar su influencia en la UE y en la ONU para lograr votos en contra de Israel y a favor del reconocimiento de Palestina como estado. A pesar de ellos y de los "amigos" de dentro de casa, que también los tiene, como tantos enemigos fuera.



L’eugenisme és la ideologia que va gestar i donar a llum la bèstia nazi alemanya. De l’eugenisme ve el nazisme alemany

  ASSAIG GEOPOLÍTIC SOBRE L’ESCLAT DE LA GUERRA ENTRE ISRAEL I HAMAS EN EL CONTEXT DEL JUDAISME I LA DEFENSA DELS SEUS VALORS OCCIDENTALS Sa...